Aunque las relaciones entre la monarquía y el gobierno británico son buenas, el Palacio de Buckingham mantiene una tradición centenaria (que se remonta a 1600) de tomar como rehén a un miembro del Parlamento británico para garantizar el regreso seguro del monarca cuando éste pronuncia un discurso en el Parlamento. Recientemente, el diputado James Morris fue “rehén” en mayo de 2022 cuando el Príncipe Carlos pronunció un discurso en nombre de la Reina.