Estas fueron manifestaciones populares dirigidas por estudiantes en Beijing que tuvieron lugar en la primavera de 1989 y recibieron un amplio apoyo de los residentes de la ciudad, lo que expuso profundas divisiones dentro del liderazgo político de China. Las protestas fueron reprimidas por la fuerza por líderes de línea dura que ordenaron al ejército que hiciera cumplir la ley marcial en la capital del país.
La represión que comenzó el 3 y 4 de junio se conoció como la Masacre de la Plaza de Tiananmen o la Masacre del 4 de junio, cuando las tropas con rifles de asalto y tanques infligieron bajas a civiles desarmados que intentaban bloquear el avance militar hacia la Plaza de Tiananmen en el corazón de Beijing, que los estudiantes y otros manifestantes habían ocupado durante siete semanas. El número de muertes de civiles se ha estimado entre cientos y miles. El gobierno chino condenó las protestas como un motín contrarrevolucionario y ha prohibido en gran medida la discusión y el recuerdo de los hechos.
Las protestas se desencadenaron en abril de 1989 por la muerte del exsecretario general del Partido Comunista, Hu Yaobang, un reformador liberal que fue depuesto después de perder una lucha de poder con los intransigentes sobre la dirección de las reformas políticas y económicas.