El sonido realmente viaja a través del espacio. Hay ciertos cuerpos celestes y elementos que pueden producir sonidos de baja frecuencia. Estos sonidos de baja frecuencia no pueden ser percibidos por el oído humano. Estos incluyen el zumbido del universo en expansión, el gemido de las placas tectónicas en movimiento y otros sonidos provenientes de planetas y agujeros negros.