Fuente: United States: Don’t Patent That!
in Historia
Sabías que… no todo vale la pena patentarlo
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Si el inventor de Coca-Cola hubiera decidido solicitar una patente en 1892 en lugar de mantener la fórmula en secreto, la protección de la patente habría expirado mucho antes de que Pepsi llegara al mercado en 1965. La protección de la patente tiene una duración máxima de 20 años. Los secretos comerciales pueden durar para siempre.