Las pérdidas de Polonia fueron abrumadoras durante la invasión alemana en septiembre y octubre de 1939. En la defensa de la nación contra los alemanes, Polonia sufrió pérdidas de 70.000 muertos, 133.000 heridos y 700.000 prisioneros. En sentido contrario, 50.000 polacos murieron luchando contra los soviéticos, de los cuales solo 996 murieron, tras su invasión el 16 de septiembre, 45.000 ciudadanos polacos de a pie fueron fusilados a sangre fría durante la primera invasión alemana.