Al menos un grupo de la Yakuza exige que los aspirantes a pandilleros realicen un examen. Aunque parezca extraño, tiene sentido después de que en Japón se haya introducido una legislación que culpa a los jefes de las bandas de las acciones de sus subordinados. La prueba consta de al menos 12 preguntas sobre qué actos son punibles y cuáles no, las sanciones y multas asociadas, etc. El Yamaguchi-gumi, la mayor facción de la yakuza, se encarga de hacerla cumplir.