Normalmente no hueles tu propia casa (ni tu perfume) debido a un instinto de supervivencia llamado “adaptación olfativa”. El cerebro siempre está buscando olores nuevos, inusuales o cambiantes como señales de posible peligro, por lo que ignora todos los olores que ya le son familiares.
Fuente: Why Can’t You Smell Your Own Home?
Fuente: How Do Our Noses “Adjust” to Bad Smells?
Fuente: The Reason You Can’t Smell Your Own House