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Sabías que… Cómo la avispa de ojos verdes convierte a las mariquitas en niñeras paralizadas

Cómo la avispa de ojos verdes convierte a las mariquitas en niñeras paralizadas

La avispa de ojos verdes ( Dinocampus coccinellae ) tiene una relación fascinante e intrincada con las mariquitas. Esta avispa parasitoide emplea una estrategia altamente especializada para manipular y utilizar mariquitas con fines reproductivos. Al inyectar sus huevos en el cuerpo de una mariquita, la avispa de ojos verdes inicia una serie de cambios fisiológicos y de comportamiento en el desprevenido huésped.

Estas alteraciones finalmente conducen a la aparición de una nueva generación de avispas de ojos verdes, pero no sin afectar profundamente la fisiología, el comportamiento y el bienestar general de la mariquita. La interacción entre la avispa de ojos verdes y la mariquita ejemplifica la intrincada dinámica que se encuentra dentro de la red de relaciones parasitarias de la naturaleza.

Buscando una mariquita anfitriona adecuada

La avispa hembra de ojos verdes es una hábil cazadora, que busca meticulosamente una mariquita anfitriona adecuada en su búsqueda por perpetuar su especie. A través de notables adaptaciones, la avispa identifica y se dirige a especies específicas de mariquitas que se encuentran comúnmente en el entorno circundante. Este comportamiento selectivo de búsqueda de huéspedes asegura que la avispa de ojos verdes maximice sus posibilidades de encontrar un huésped adecuado para proporcionar los recursos necesarios para el desarrollo de su descendencia. Al concentrarse en las especies de mariquitas que son abundantes y accesibles, la avispa de ojos verdes demuestra una notable adaptación a su nicho ecológico, destacando la intrincada dinámica entre depredador y presa en el mundo natural.

Una interacción compleja e íntima comienza una vez que la avispa de ojos verdes localiza una mariquita adecuada. Con notable precisión, la avispa hembra maniobra hábilmente su ovipositor, un órgano especializado diseñado explícitamente para la puesta de huevos. Usando esta estructura esbelta y delicada, la avispa inyecta con precisión un solo huevo en el cuerpo de la mariquita desprevenida. Este momento marca el inicio de un viaje transformador tanto para la mariquita como para la larva de avispa en desarrollo.

Ladybug proporciona comida y refugio

Dentro del cuerpo de la mariquita, el huevo inyectado permanece oculto, incubando en un ambiente que le brinda sustento y cobijo para su crecimiento. A medida que pasa el tiempo, el huevo eclosiona y emerge una diminuta larva de avispa de ojos verdes. La larva, minúscula en tamaño pero potente en potencial, comienza a alimentarse de los tejidos y fluidos internos de la mariquita. Depende completamente del cuerpo de la mariquita como única fuente de sustento y nutrientes, y extrae hábilmente lo que necesita para impulsar su desarrollo.

A lo largo de esta relación parasitaria, la mariquita, sin darse cuenta, proporciona a la larva de avispa en crecimiento un hábitat protegido y saludable. A medida que la larva se alimenta y crece, sufre una notable metamorfosis, madurando gradualmente hasta adoptar su forma distintiva. Este intrincado proceso ocurre dentro de los confines del cuerpo de la mariquita, intrincadamente entretejido con los procesos fisiológicos del huésped.

Si bien la mariquita desempeña un papel involuntario en la crianza de la larva de avispa en desarrollo, permanece viva durante esta interacción parasitaria. La presencia de la larva de avispa dentro de su cuerpo sin duda tiene consecuencias fisiológicas para la mariquita. Aún así, continúa realizando sus actividades diarias, a menudo sin darse cuenta de los cambios inminentes.

Cómo crece la larva

A medida que la larva de la avispa de ojos verdes se desarrolla, depende de los recursos de la mariquita para su sustento y la estabilidad y protección que proporciona su huésped vivo. La larva de la avispa de ojos verdes se alimenta de los tejidos y fluidos internos de la mariquita sin matarla inmediatamente. Esto permite que la larva continúe desarrollándose mientras utiliza los recursos de la mariquita.

Un fenómeno notable y enigmático se desarrolla a medida que la larva de la avispa de ojos verdes crece y se desarrolla dentro del huésped de la mariquita. A través de mecanismos que aún no se comprenden del todo, la larva ejerce una profunda influencia sobre el comportamiento de la mariquita, iniciando una transformación asombrosa y desconcertante.

Cambios de comportamiento en la mariquita

Bajo la influencia de la larva de avispa en desarrollo, la mariquita experimenta un cambio notable en su comportamiento, mostrando una docilidad y cooperación que contrasta marcadamente con su típica naturaleza activa e independiente. La mariquita, que alguna vez fue vibrante y ágil, se vuelve más apagada, aparentemente obligada a cumplir con los impulsos manipuladores de la larva parásita.

Si bien los mecanismos por los cuales la larva controla el comportamiento de la mariquita siguen siendo un misterio, los científicos especulan que las señales químicas o las interacciones neuronales juegan un papel crucial en este extraordinario fenómeno. Se cree que la larva libera moléculas específicas o manipula vías neuronales dentro del sistema nervioso de la mariquita, reconfigurando efectivamente sus respuestas de comportamiento para alinearse con las necesidades y demandas de la avispa en desarrollo.

Esta manipulación del comportamiento tiene un propósito vital para la larva de la avispa de ojos verdes. Al inducir docilidad y cooperación en el huésped de la mariquita, la larva asegura su propia supervivencia y condiciones óptimas para su desarrollo. El comportamiento alterado de la mariquita facilita la capacidad de la larva para utilizar los recursos proporcionados por el huésped de manera más efectiva y minimiza el riesgo de exposición o expulsión prematura.

La compleja interacción entre la larva de la avispa de ojos verdes y el huésped de la mariquita manipulada destaca las intrincadas estrategias empleadas por los organismos parásitos. Demuestra la asombrosa capacidad de la naturaleza para explotar y adaptarse para maximizar la supervivencia y el éxito reproductivo. Los mecanismos detrás del control del comportamiento ejercido por la larva de la avispa sobre la mariquita continúan cautivando a los investigadores, inspirando las investigaciones en curso para desentrañar los misterios de este fascinante fenómeno.

Muerte a la mariquita

En la relación parasitaria entre la mariquita y la avispa de ojos verdes, la vida de la mariquita finalmente termina cuando se convierte en huésped para el desarrollo de la larva de la avispa de ojos verdes. La aparición de la avispa adulta significa la finalización de su ciclo de vida, dejando a la mariquita como un remanente sin vida.

Cómo la larva guía a la mariquita

A medida que la larva de la avispa de ojos verdes alcanza la madurez completa dentro del huésped, orquesta una notable manipulación que guía a la mariquita hacia una fase crucial del ciclo de vida del parásito. Con una influencia precisa y misteriosa, la larva obliga a la mariquita a buscar un lugar óptimo para la etapa de pupa de la avispa.

Bajo la dirección sutil de la larva, la mariquita exhibe un comportamiento alterado, mostrando un impulso innato para ascender hacia los puntos más altos de su entorno. La mariquita que alguna vez estuvo en tierra ahora navega con determinación, trepando tallos de plantas o vegetación con una intención determinada y enfocada. Esta modificación del comportamiento tiene un propósito crucial, ya que la mariquita manipulada busca un lugar adecuado que proporcione las condiciones ideales para la pupa de la avispa.

Al llegar al pináculo de su ascenso, la mariquita se adhiere diligentemente, anclándose firmemente a la planta o vegetación. La ubicación elegida para esta fase crucial del ciclo de vida de la avispa de ojos verdes suele ser elevada y estratégicamente posicionada, protegiendo a la pupa en desarrollo de posibles depredadores o perturbaciones.

Las acciones sincronizadas entre la larva de avispa completamente desarrollada y la mariquita manipulada ejemplifican las complejidades de la coevolución y la adaptación. A través de medios desconocidos, la larva puede dirigir el comportamiento de la mariquita a un sitio específico que maximiza las posibilidades de una pupación exitosa y una futura aparición de avispas.

Esta notable manipulación asegura que la pupa de la avispa de ojos verdes esté protegida y tenga las condiciones para transformarse en una avispa adulta. La mariquita, sin saberlo, cumple su papel como recipiente para la supervivencia de la avispa, permanece unida cerca como un guardián silencioso durante este período crucial.

el capullo

El capullo adherido debajo de una mariquita con un huevo puesto dentro de ella es una estructura única que sirve como una cubierta protectora para la pupa en desarrollo de la avispa de ojos verdes. La larva de la avispa de ojos verdes forma este capullo antes de convertirse en pupa.

Después de manipular el comportamiento de la mariquita y guiarla a un lugar adecuado, la larva con forma de gusano construye estratégicamente el capullo debajo del cuerpo de la mariquita. Hace girar hilos o material similar a la seda para crear un recinto seguro y protegido. El capullo generalmente se adhiere a la parte inferior de la mariquita, a menudo entre sus piernas o a lo largo de su región abdominal.

El capullo en sí es de tamaño pequeño y varía en apariencia, según la especie y las condiciones ambientales. Se describe comúnmente como una estructura delgada y parecida al papel o una cubierta delicada y sedosa. El capullo brinda protección a la avispa en etapa de pupa, protegiéndola de posibles depredadores, clima adverso y otras amenazas externas.

Durante esta fase, la mariquita permanece unida al capullo, actuando como guardaespaldas de la pupa en desarrollo. El capullo, combinado con la presencia de la mariquita, crea un refugio seguro para la transformación de la pupa en una avispa adulta.

A medida que se acerca la aparición de la avispa adulta, el capullo puede sufrir cambios de color o textura, lo que indica la liberación inminente de la avispa recién desarrollada. Una vez que la avispa adulta emerge del capullo, deja atrás la cáscara vacía de la mariquita, que sirvió como refugio protector durante el período de pupación.

Fuente:

  1. National Geographic Magazine (August 2, 2011). Wasps Turn Ladybugs Into Flailing “Zombies”
  2. Owen, James (Feb 9, 2015). National Geographic Magazine. Wasp Zombifies Ladybugs Using Virus as Bio-Weapon—a First
  3. Gamnino, Megan (Oct 23, 2011). Smithsonian Magazine. Top 10 Real-Life Body Snatchers

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