La insuficiencia cardíaca es un problema de salud global comúnmente complicado por la apnea del sueño, una comorbilidad que reduce aún más la esperanza de vida de una persona. Se ha desarrollado un nuevo fármaco prometedor que podría tratar la insuficiencia cardíaca y la apnea del sueño al centrarse en la actividad nerviosa que impulsa a ambas.
Para las personas con insuficiencia cardíaca, el pronóstico es malo y la mortalidad alta a pesar de los recientes avances en el tratamiento. Según los Institutos Nacionales de Salud, la insuficiencia cardíaca afecta a más de 64 millones de personas en todo el mundo, lo que la convierte en una importante prioridad de salud pública mundial.
La insuficiencia cardíaca ocurre cuando el músculo cardíaco se debilita y no bombea con eficacia. El cerebro responde a la insuficiencia cardíaca activando el sistema nervioso simpático del cuerpo, la respuesta de “lucha o huida”, para estimular al corazón a bombear con mayor eficacia. Sin embargo, la estimulación prolongada a largo plazo, combinada con la apnea del sueño, conduce a una esperanza de vida reducida. La mayoría de los pacientes mueren dentro de los cinco años posteriores al diagnóstico de insuficiencia cardíaca.
La parte del cerebro que envía impulsos al corazón también controla la respiración. La apnea central del sueño (CSA, por sus siglas en inglés), donde la respiración se detiene repetidamente durante el sueño porque el cerebro no envía las señales adecuadas a los músculos respiratorios, es común en las personas con insuficiencia cardíaca. Se cree que la apnea del sueño es causada por una mayor sensibilidad en los quimiorreceptores periféricos que se encuentran en las arterias carótidas, que detectan cambios en el oxígeno de la sangre arterial (hipoxia) e inician reflejos para normalizar los niveles de oxígeno. Se sabe que un receptor en particular, P2X3, afecta esta respuesta refleja.
Además de tratar las causas subyacentes de la CSA, una de las cuales es la insuficiencia cardíaca, los tratamientos actuales para la apnea del sueño se limitan a la presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), que utiliza una presión de aire leve para mantener abiertas las vías respiratorias. Pero la CPAP, que requiere el uso de una máscara ajustada durante el sueño, se tolera mal.
Ahora, se ha desarrollado un nuevo fármaco prometedor que se dirige a la actividad nerviosa que causa tanto la insuficiencia cardíaca como la apnea del sueño. Investigadores de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda probaron el fármaco, conocido como AF-130, en ratas con insuficiencia cardíaca crónica y apnea del sueño. Descubrieron que AF-130 actuaba como un antagonista efectivo del receptor P2X3, normalizando la respuesta respiratoria del cuerpo a la hipoxia y mejorando sustancialmente la cantidad de sangre bombeada por el corazón (gasto cardíaco). Se eliminaron los trastornos respiratorios.
“Este fármaco ofrece beneficios para la insuficiencia cardíaca, pero son dos por el precio de uno, ya que también alivia la apnea para la que actualmente no existe ningún fármaco, solo CPAP, que se tolera mal”, dijo Julian Paton, autor correspondiente de el estudio.
También se descubrió que AF-130 reduce la inflamación sistémica, reduce el peso del corazón y evita que se acumule líquido en los pulmones (edema pulmonar), un efecto secundario común de la insuficiencia cardíaca. Es el primer fármaco que controla la actividad nerviosa del cerebro al corazón que provoca la insuficiencia cardíaca y la apnea del sueño asociada.
Los hallazgos del estudio respaldan la idea de que los receptores P2X3 en las arterias carótidas desempeñan un papel clave en los mecanismos patológicos subyacentes a las enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
“Durante las últimas décadas, ha habido varias clases de medicamentos que han mejorado el pronóstico de la insuficiencia cardíaca”, dijo el consultor de cardiología Dr. Martin Stiles. “Sin embargo, ninguno de estos medicamentos funciona de la forma en que lo hace este nuevo agente. Por lo tanto, es emocionante ver un método novedoso que potencialmente revierte algunas características de la insuficiencia cardíaca”.
Aún más prometedor, el medicamento pronto será aprobado por la FDA, aunque para un uso clínico diferente, lo que significa que los ensayos en humanos podrían ocurrir en los próximos años.
El estudio fue publicado en la revista Nature Communications .