El médico forense jefe del condado de Los Ángeles, que realizó la mayoría de las autopsias de celebridades de gran repercusión en la década de 1960, se vio obligado a dimitir tras las acusaciones de que, al enterarse de la noticia del tiroteo de RFK, se le vio bailando en su despacho, diciendo “I” I’m going to be famous, I hope he dies” (“Voy a ser famoso, espero que se muera”).
Fuente: Thomas Noguchi