En 1822, una cigüeña llegó a Alemania con una flecha en el cuello. La madera procedía de África Central, a más de 5.000 kilómetros de distancia. Esto convenció a los zoólogos de que las aves migran en invierno, y refutó otras teorías como la hibernación bajo el agua o la transformación en otros animales (como los ratones)
Fuente: Pfeilstorch